La endocarditis infecciosa es una enfermedad que afecta, fundamentalmente, a las válvulas cardíacas, tiene mal pronóstico y es originada por gran variedad de microorganismos.
El diagnóstico se basa en hallazgos clínicos, bacteriológicos y ecocardiográficos, fundamentalmente siguiendo los criterios de Duke. Los ecocardiogramas transtorácico y transesofágico tienen no sólo valor diagnóstico, sino que son una buena guía para decidir la actitud terapéutica.
El tratamiento antibiótico se basa en los hallazgos del hemocultivo, si bien se presentan pautas no sólo específicas para los diferentes gérmenes hallados, sino también en caso de hemocultivos negativos.
Por último, se valoran las indicaciones y el momento adecuado de la cirugía. La profilaxis es muy importante, pero hay muchos interrogantes sobre su verdadera efectividad y la mejor forma de llevarla a cabo