El movimiento, tanto como su ausencia, influye en los cambios de la estructura y función del tendón. Dado que su integridad es crítica para el movimiento, la alteración de su arquitectura o su capacidad de rendimiento impacta en la calidad de vida de un individuo y en su tolerancia a las actividades cotidianas, laborales o deportivas. Conocer la presentación clínica de la tendinopatía permite llegar al diagnóstico y al establecimiento de objetivos de tratamiento acorde a las necesidades del paciente. El ejercicio terapéutico se considera la mejor opción de tratamiento conservador para el manejo de las tendinopatías.
Aun así, diseñar, programar, periodizar, progresar y monitorear una rehabilitación es un desafío significativo dado que son muchas las variables que contribuyen al protocolo además de que existe una falta de consenso en la literatura con respecto a qué variables marcan la diferencia en los resultados.
Los objetivos de la siguiente revisión son: exponer la programación de la carga más adecuada además de los beneficios del ejercicio físico como tratamiento, describir y proponer los lineamientos generales de un protocolo basado en la evidencia y detallar las diferentes formas de monitoreo y progresión además de estrategias educativas