Desde fines del siglo XVIII, el feminismo se ha constituido como un movimiento sólido e influyente a nivel global, desafiando las estructuras de género que han perdurado por generaciones. Los medios de comunicación desempeñan un papel esencial en este contexto, ya que moldean la opinión pública y reflejan tanto los avances como las persistentes influencias patriarcales en la sociedad.
Este trabajo se adentra en el tratamiento periodístico de la cuestión de género a partir de 2012, cuando se incorporó el femicidio como agravante de homicidio en el Código Penal, analizando las deficiencias en la cobertura mediática y la urgente necesidad de capacitar con perspectiva de género a los profesionales de la comunicación desde su formación. Además de señalar las falencias en la redacción del contenido periodístico a partir de la teoría, se brindan herramientas prácticas para combatir las desigualdades de género y garantizar un correcto abordaje de la problemática de las mujeres con un aprovechamiento positivo de la influencia social de los medios de comunicación