Muerte fetal en tercer trimestre de embarazo en mujeres menores de 45 años

Abstract

Introducción: Entre un 10 y un 15 % de los embarazos confirmados se interrumpen. La mayoría de las pérdidas ocurren antes de las ocho semanas. La muerte fetal es mucho menos común aproximadamente 1 de cada 160 embarazos terminan en un mortinato o muerte fetal. Múltiples estudios se han realizado para determinar la causalidad y factores de riesgo en la muerte fetal, para así poder contribuir a la reducción del porcentaje de mortalidad fetal durante el embarazo. Material y métodos: Se analizaron un total de 37 pacientes desde el periodo comprendido entre el 1 enero del año 2020 al 31 de agosto 2021; se incluyeron a mujeres embarazadas con mortinato más allá de las 20 semanas de gestación o peso fetal superior a 500 gramos, mayores de 16 años y menores de 45 años. Resultados: De 3434 partos ocurridos en el periodo en estudio, 37 corresponden a óbitos fetales, de los cuales 10 casos (27,03%) corresponden a insuficiencia feto placentaria junto a los de causa desconocida, siendo las causas más frecuentes; se evaluaron la cantidad de casos que tuvieron consultas prenatales, calificándolos como inaceptables (2 consultas o menos) y aceptables; 23 casos (62,16%) fueron inaceptables, y 14 (37,81%) aceptables. Se evaluó la atención médica, basándonos en las historias clínicas, para determinar aquellos casos que podrían haber sido evitables; se clasificaron 21 casos como inevitables (56,75%) y 16 como evitables (43,2). Comparando la muerte fetal en función de la edad gestacional, el 43,24% se produjo entre la semana 28 y 33 de gestación; el 35,14% a menos de 27 semanas; el 13,51% a las semanas 34 y 37, y el 8,11% entre las semanas 38 y 42; con respecto al ingreso del feto al hospital, hubo 10 casos (27,2%) de ingresos de feto vivo y 27 (72, 8%) de ingreso de feto muerto. Conclusión: Si bien el porcentaje de fetos muertos ha disminuido en los últimos años en la Argentina, creemos que podría disminuir aún más, en función de la prevención en la atención primaria de la salud, como la detección precoz de diversos factores de riego y/o patología, que contribuyen en aumentar los factores de riesgo tanto para el feto como para la madre en el contexto de la atención por parte de un equipo interdisciplinario de trabajo, proporcionando medidas de conducta y educación para la madre, para así conseguir la máxima eficacia en los resultados