El presente trabajo analiza el uso de la cooperación internacional al desarrollo como herramienta de la política exterior japonesa. A través de esta estrategia, junto con otros factores, Japón logró reconstruirse tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial y reincorporarse al sistema internacional. Se examina cómo esta política permitió al país, a pesar de su ubicación en Oriente, consolidar un rol entre las naciones más influyentes a nivel global. Además, este caso resulta relevante para comprender la evolución de las dinámicas de cooperación internacional a lo largo del tiempo, siendo una de temática central en el estudio de las relaciones internacionales.