La tesis analiza el acceso a internet como un derecho humano fundamental, destacando su impacto en el ejercicio de otros derechos como la comunicación, la información, la libertad de expresión, el trabajo y la educación. La pandemia de COVID-19 profundizó esta realidad, revelando que internet es una herramienta esencial para el desarrollo social. Se resalta el rol de la tecnología en la vida cotidiana —desde el teletrabajo hasta trámites y servicios digitales— y se plantea la necesidad de garantizar el acceso universal como parte de una política pública activa. La investigación examina las resoluciones no vinculantes de la ONU que instan a los Estados a reducir la brecha digital, y compara el marco normativo argentino con experiencias de otros países que han reconocido expresamente el acceso a internet como un derecho humano a nivel constitucional o jurisprudencial. Se concluye que es urgente adoptar medidas legislativas y políticas que garanticen la equidad en el acceso a internet, entendiendo este servicio no como un privilegio, sino como una condición necesaria para el ejercicio pleno de los derechos y la inclusión social en el contexto contemporáneo.