Objeción de conciencia. Desarrollo, profundización y regulación en la justicia argentina

Abstract

La objeción de conciencia es central cuando se trata de ejercer un derecho o establecer límites a un derecho. No hay nación que no tenga en mayor o menor medida cuestiones vinculadas a la objeción de conciencia. La misma existe en virtud de la realidad de la libertad de pensamiento, la libertad de culto y religión, la intimidad de las personas, y los derechos subjetivos inherentes al ser humano. La inexistencia de la objeción de conciencia es evidencia de la imposición del pensamiento único, y las acciones obligadas impuestas por coerción estatal sobre ciudadanos que harían lo que les impongan sin considerar si la naturaleza de los actos que realicen está o no en concordancia con su conciencia. La cuestión es determinar si la objeción de conciencia es un derecho claramente expresado en el ordenamiento jurídico constitucional y en leyes derivadas en otros códigos o reglamentos de menor jerarquía, y exponer a su vez, los ámbitos donde es extensiva la objeción de conciencia, y si la misma puede ser conceptualizada con mayor claridad en la Constitución Nacional. Es cierto que, en la actualidad, la objeción de conciencia ha tomado mayor notoriedad, por el tratamiento de temas vinculados a la denominada “ideología de género” o a la “despenalización del aborto”, cuestiones que afectan principalmente a las áreas de educación y salud, pero debemos decir, que los ámbitos donde la objeción de conciencia se extiende son más amplios y a la vez muchos de ellos se hallan vinculados entre sí. La objeción de conciencia posee diversos matices, teniendo sólidas bases en la moral y la religión, elementos fundamentales en lo que a libertad de pensamiento y conciencia se refiere. Por lo que es clave para una mayor comprensión, entender y clarificar, en que forma estos factores inciden en la aplicación o no de determinados derechos y garantías